
Sólo prensa, como si fuera un viejo de plaza. El vehículo ha estado detenido, y con ello mi actividad. Me he lanzado un estilo de vida apacible, bohemio, casero, gastando los cobres acumulados no más. He dejado a Rita en paz, para darle coco todas estas horas pasadas. Le mandé un correo, hablándole de lo amplio y sabroso que puede ser el mundo. Mañana viernes, hora en que las hormonas se alborozan, le lanzaré un piquete. Por los momentos, como me entregaron hace ratito el vehículo, divago. Es noche. Se siente un gran vacío sin hacer nada. Dan ganas de quedarse echado y al mismo tiempo salir soplado del lugar. Tengo el vehículo, y también mis reservas sobre la rueda y el hijo de puta tripoide, para no meterme con el mecánico. Ahorita lo pienso así, y quiero tener precauciones; pero sé que mañana, en el agite, no me importará y me lanzaré en mis aventuras de trabajo hasta la quinta paila del averno.
Mis camaradas taxistas me siguen la onda. En este oficio hay rachas de rachas y abismos de abismos. Mientras nosotros estamos parados, se afecta el mercado del delincuente, se afila el mismo mercado para la competencia y las damiselas y los maridos descansan en cierto modo. La primeras se hacen más caseras y los segundos, más felices
Bah, dejemos que amanezca. Hoy cuelgo como la cenicienta. Mañana viernes hay candela.
2 comentarios:
Sabes?.. Viendolo bien, no pareces un taxista corriente, yo diria que eres un periodista disfrazado de taxista. Por la manera en que escribes, ese estilo..
Bienvenido a la blogosfera pues!
No te has preguntado que puedo ser un taxista disfrazado de periodista. Bueno, Alejandra, te puedo decir que me gusta mucho leer y que novelas como Cien años de soledad, Los Miserables, Guerra y Paz me pusieron a temblar, imaginándome yo que se hace necesario vivir la vida, saber, aprender con experiencia propia para buscarle sentido a las cosas. Fíjate: manejar un taxi es una escuela de la vida con asientos en primera fila. Si tu misma te montas pregaña en un taxi, es posible que no llegues al hospital y paras ahí mismo, dándole la experiencia al conductor. Se saben y aprenden muchas cosas con el oficio. Chao
Publicar un comentario